miércoles, 25 de noviembre de 2009

mal viaje



Volamos a Madrid. Fue un buen vuelo, subimos, la adrenalina, la señal de la cruz en la frente de él.
Él repite el mismo movimiento, siento sus dedos en mi cara,
cierro los ojos, veo el dibujo de la cruz. Carretea, despega, se eleva, me acuerdo de Luciano, la ventanilla, la miro, me encanta.
Vivo esa sensación hermosa e incomoda a la vez, me gusta,
 veo el mar, aparecen los dibujos de la tierra, cordones que son ríos, miles de rayas que son campos y lo disfruto.
Llegamos a Barajas, buscamos las valijas, es grande enorme, la arquitectura me distrae...camino y mi pié se inclina suavemente y mi tobillo parece haberse ido de vacaciones, no me sostiene y me caigo lentamente, me duele el cuerpo, el pie, me quedo en el suelo.
Él ahí -como siempre- me ve me levanta, me dice " eh! qué pasó princesa, me dí vuelta y te vi en el suelo como una hoja?!"
Lo quiero. Pienso en mi, en el suelo limpio brillante, color hueso y yo la figura, caída con mis cosas por el suelo, inmutable por fuera, como congelada en el tiempo, en medio de otro aeropuerto..

Ahora el Metro, lleno de olor a gente, olor a alcohol, olor a pieles a piso, a poco espacio
(es sano sentir que no conozco a nadie).
Él me mira unos segundos a los ojos y sonrío, nos entendemos en 3 segundos y vuelve cada uno a sus pensamientos, no tengo asiento, sedo el paso a los viejos, la fibromialgia me castiga el cuerpo, el pie, el tobillo, bajo y un hombre con su bastón me choca  me golpea, como si yo no existiera, lo miro Y sigue, no mira atrás, (nadie pide disculpas).
Mi cuerpo necesita descansar contar 1001-1002....superar esta fobia de bajar, subir, de escaleras...
deseo estar ya en la ciudad y disfrutar el viaje.

Llegamos a Atocha, la estación y buscamos salir del tumulto, caminamos sin rumbo, solo lo que nuestro cuerpo pide ahora es sentarnos y un café. Caemos cansados en una plaza, una L de edificios todos diferentes, elegimos un "ristorante", la gente que está sentada afuera es alegre y ruidosa, solo una chica parece mantener la calma, no se si está aburrida o espera, se le trasluce cierta nostalgia,
Se recorta su ropa y pelo negro del edificio antiguo que esta detrás suyo, le saco una foto, pareciera que estaba ahí como esperando que eso le suceda.

Suena el teléfono y el café no viene, 5 minutos y teléfono... hay tres personas que nos esperan...que nos encontramos. que no. que acá...que no, que si... que viene el café, que la tranquilidad no.
Nos encontramos y otra vez, vamos, venimos, como ovejas de un rebaño otra vez al subte, se apuran como si nuestro viaje y presencia no les importara.
Al final, escaleras, arriba. abajo. líneas. apuros. que éste. que otro...y nos pierden.
Escucho una voz y sí, están abajo de las escaleras como un karma, otra vez  mi pie falla, esta vez el otro, no llego a caer, cada vez me siento peor.
Otra vez el encuentro, otra volvemos a ser grupo, parece  que a nadie le importa mi situación,
sólo a él. Siempre a él, y siguen adelante como locos y me doy cuenta de que estamos en el lugar de inicio, en el punto de partida,  hacemos el mismo recorrido, pero hacia atrás,
aunque sin llegar hasta el aeropuerto,
salimos todos,
otra vez como locos,
apurados de la boca del Metro. No lo sé. No sé porque el apuro. No lo entiendo.

Subimos al auto, pienso, que viaje de mierda nos espera, él cansado, se duerme.

Pasaron dos días, eso ya es otra historia.
No fallo, no me equivoco,
el viaje fue una mierda.
al fin volvemos, 7 grados, sol, el tren y solo él y yo,
al fin.


viernes, 20 de noviembre de 2009

cereza...

Todo un cielo color cereza en mis manos.
mis manos hoy salpican jugo de cereza, huelen a fruta, mojada, fresca.
Brillan como hechas de purpurina.
La noche de hoy es de color vino, me sumerjo, nado en el...
es un vino amargo, un vino denso, es caliente como la sangre que me corre en las venas,
es espeso y duele.
Duele tanto como éste día, como ésta noche.
Sólo me embriaga cuando estoy consiente, su color no me deja otra opción.
Quiero dormir, que pase, que pasen horas, días, aunque cuando me levante me arrepienta de lo perdido...
sólo me gusta su color de cereza, la flor cereza, pero odio su gusto, no me pasa en la garganta,
como la angustia,
ojalá pueda emborracharme de sueño.
ojalá pueda emborracharme de sueños.
ojalá pueda emborrachar mis sueños,
ojalá pueda.


jueves, 19 de noviembre de 2009

¿?

QUÉ TE PASA?

DE REPENTE MI MIRADA TE PREOCUPA, MIS PUPILAS DILATADAS TE FASCINAN?

QUÉ TE PASA?

NO HABÍAS NOTADO QUE PUEDO

 -AUNQUE SOY MATERIALMENTE FRÁGIL- 

ROMPER TU SILENCIO CON MI IRA?

QUÉ PASA,

TUS OJOS ESCONDIDOS NO ME VEÍAN, TE SORPRENDO AHORA,
DESPUÉS DE QUE ENTRASTE - INVADISTE - Y ESTRANGULASTE MI VIDA?

LO NOTAS AHORA...

RECIÉN AHORA SABES QUE MI CUERPO EXPLOTA, QUE SE ABRE MI BOCA Y LAS PALABRAS SE ME SUICIDAN Y SE TIRAN AL VACÍO Y SALEN COMO UNA CATARATA.

RECIÉN TE DAS CUENTA?  QUÉ TE PASA? 

NO LO NOTABAS. NO LO VEÍAS. 

QUE TODO ME LASTIMA,

ME ARDE, 

Y ME ABRO INUNDANDO TU AMBIENTE,
ROMPIENDO COMO UNA OLA FRÍA
TU SILENCIO CON MI IRA.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

jet´aime á mourir

Con el sonido de la música en francés.
Con las plumas de colores volando por el cuarto.
La canción me dice: "construyendo un futuro"...
cómo una leyenda se clava en mi pecho.
Cómo una premonición, cómo una casualidad.
Cómo lo que te dice un desconocido y es lo que necesitas escuchar.
Me empuja, me rompe el alma.
Llora. 
Hasta el guardián de lata que cuida y cierra las puertas de mi alma. Llora.
Mientras construyo círculos, formas de plástico, mientras la pintura mancha mis manos, 
y la tinta se impregna en mis dedos y salen a lucirse mis huellas digitales. 
Mientras dibujo enredada, en telas y mil colores. 
Mientras mi habitación se teje con hilos multicolores,
afuera: es el día mas triste.
A pesar de todos los colores en mi piel.

domingo, 15 de noviembre de 2009